En la primavera de 1902 Sorolla hace una fugaz escapada a Londres, exclusivamente para contemplar "La Venus del espejo" de Velazquez. Queda profundamente impresionado y escribe: "Velazquez magnifico, a la Venus le sobran cosas". Tambien desde Londres, comenta en una postal, enviada a su esposa, ilustrada con una fotografia del mismo cuadro: "El trozo de carne más humano del museo, es lo que te envia tu Joaquin".
El gran paisajista Beruete, en una breve misiva, enviada a Sorolla, comenta : "La Venus del espejo soberbia; es el mejor culo que he visto pintado; es la verdad misma en forma y color"
Todavia impresionado por la contemplación del famoso lienzo, Sorolla pinta "Desnudo de mujer" en el otoño de ese mismo año de 1902, ya en la plenitud absoluta de su madurez como pintor.
El artista sublimó en él, su más íntimo homenaje, como marido, como hombre y como artista, a su esposa Clotilde quien, como en tantas otras ocasiones, posó para él como modelo.
Esta pintura se convertiria en el testimonio más elocuente de la relación especialísima que Sorolla mantuvo durante toda su vida con su querida Clotilde, a la que demostró siempre un amor rendido y apasionado expresado con vibrantes palabras, llenas de abierto deseo, a traves de sus cartas, que se mantuvo vivo, hasta la madurez de su matrimonio, ya criados los hijos y próxima a la vejez, en una verdadera veneración del artista hacia su mujer.
Es una experiencia única sumergirse en las sensaciones que suscita la contemplación de este cuadro maravilloso. Ver como el pintor disfruta y juega con el color, la luz, la pincelada y con que maestria armoniza todo y consigue algo tan especial que me recuerda una frase que oí una vez: "HACE GOZO VERLO"